La enfermedad de Stargardt también conocida como distrofia macular juvenil es la forma hereditaria de la degeneración macular juvenil, esta enfermedad la llega a padecer una persona en diez mil. En otras palabras, la pérdida progresiva de la visión asociada con la enfermedad de Stargardt es causada por el deceso de células foto receptoras especializadas sensibles a la luz, localizadas en la porción central de la retina llamada mácula. La retina es la capa de tejido que recubre la parte posterior del ojo; la mácula es la parte de la retina responsable de la visión central, lo cual le permite ver detalles finos con claridad.
Los médicos oftalmólogos comentan que esta enfermedad casi siempre el resultado de un defecto genético. El gene que causa la enfermedad es recesivo, lo cual significa que debe ser heredado de ambos padres para que la enfermedad se desarrolle. Una persona que herede el gene de un sólo progenitor es portadora de la enfermedad de Stargardt, pero no presenta síntomas de ésta. Sin embargo, si ésta persona tiene un hijo con otra persona que es portadora del gene, existe una probabilidad de un 25 por ciento de que el niño tenga la enfermedad de Stargardt.
Esta enfermedad generalmente se desarrolla durante la infancia y la adolescencia. Las personas que la padecen notan al principio un problema con su visión central, la cuál puede ser borrosa, distorsionada o presentar zonas oscuras. La transición de un entorno con mucha luz a otro con poca luz puede tomar más tiempo de lo usual. Normalmente, la visión lateral no es afectada, pero la percepción del color puede variar durante las etapas posteriores de la enfermedad. El curso de la enfermedad varía de persona a persona. En algunas personas, la enfermedad progresa lentamente y posteriormente se acelera y estabiliza.
Los pacientes con la enfermedad de Stargardt pueden tener pequeñas manchas amarillentas en la mácula y debajo de ella, que ocasionalmente se extienden hacia afuera en forma de anillo. Éstas manchas pequeñas son depósitos de lipofuscina, un subproducto graso de la actividad normal de las células. La lipofuscina se acumula de manera anormal en pacientes con enfermedad de Stargardt. Una prueba llamada angiografía con fluoresceína puede ser realizada para confirmar el diagnóstico.
Aun no existe una cura para la enfermedad de Stargardt y ningún tratamiento puede detener su progresión. Sin embargo, tratamientos genéticos ya están disponibles para condiciones relacionadas, y es probable que estén disponibles para la enfermedad de Stargardt en un futuro próximo. El uso de anteojos de sol para proteger los ojos de la luz brillante y los rayos UV puede ser de utilidad. Ayudas para baja visión y entrenamiento de movilidad pueden ser útiles para que los pacientes se adapten a su pérdida de visión.
Es importante acudir con médicos oftalmólogos especialistas a cualquier síntoma y estar pendiente de las nuevas generaciones que posiblemente puedan desarrollar esta enfermedad si ya se ha presentado la Stargardt en algún familiar.
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